Mira, llevo tiempo intentando reconfigurar mi algoritmo de Instagram para que solo me salga contenido relacionado con mi sector: branding, marketing visual, publicidad, estrategia, negocios. Lo típico.

El resultado ha sido justo el contrario: ahora Instagram me bombardea con anuncios de gurús que “facturan millones”, viven en Dubái, y han descubierto un método revolucionario para multiplicar tus ventas por diez mientras tú bebes un café.

Y sinceramente: estoy agotado del circo.

Todos siguen la misma película

Si te fijas, todos estos anuncios parecen copiados del mismo manual. Empiezan contándote que antes estaban arruinados, trabajaban 16 horas y vivían con ansiedad. Luego, mágicamente, descubrieron “el secreto”. Y ahora, desde una terraza con luces LED y un portátil muy caro, quieren regalarte una “clase gratuita de 30 minutos”.

Spoiler: no es gratuita.Es un funnel. Y lo peor: todos te venden exactamente lo mismo con distintos subtítulos.

Rodrigo Ispierto

Lo digo como alguien que trabaja en marketing desde dentro

Llevo años trabajando en marketing, he sido responsable de marketing y CMO en una startup, y si algo he aprendido es que los resultados reales no vienen de un curso milagroso, ni de un truco oculto, ni de una plantilla mágica.

Vienen de hacer estrategia con cabeza, conocer a tu cliente, analizar, testear, fallar, ajustar… y repetir.

Por eso ahora cada vez que veo un anuncio de “he descubierto un método que nadie más conoce”, me entra una mezcla de risa y pena. Antes vender una clase gratuita te hacía parecer innovador. Hoy te hace parecer uno más del ruido.

Yo no tengo tiempo para venderte un curso

Y de verdad que no lo tengo. No necesito venderte una mentoría, ni una clase online durante 7 días, ni convencerte de que soy “el mejor del sector”. Mi trabajo habla por mí y mis clientes también —si quieres ver ejemplos, aquí tienes algunos proyectos reales en los que he trabajado (link).

Lo que sí tengo tiempo para hacer, porque me gusta y me aporta, es ayudarte con algo que la mayoría no te ofrece sin intentar venderte nada después: una auditoría honesta de tu marca.

Lo que hago y por qué lo hago

Llevo años ayudando a startups y empresas pequeñas a tener marcas serias, coherentes y con cara y ojos. Y una de las cosas que más disfruto es cuando alguien me pide opinión sobre su logo, su identidad visual o su estrategia, y puedo decirles la verdad, aunque no sea la respuesta más comercial del mundo.

• Si creo que tu marca está bien y no necesitas mis servicios, te lo voy a decir.

• Si creo que tu logo funciona, te lo digo.

• Si creo que tu web es un caos, también.

  
  

Porque ser sincero es parte de mi trabajo y parte de mi personalidad.
Y porque no necesito disfrazar esa sinceridad con funnels, automations o promesas vacías.

¿Por qué ofrecer una auditoría gratuita?

Porque estoy convencido de que el branding necesita volver a la honestidad. Menos fórmulas mágicas y más realidad. Menos humo y más claridad. Menos “métodos infalibles” y más marcas coherentes, con propósito y con personalidad.

Y si yo puedo ayudarte a ver dónde está tu marca, qué transmite y cómo mejorarla, lo hago encantado. No para meterte en un embudo de ventas, sino para aportarte algo real.

Por eso, creo que te puedo ayudar. Sin embudos, sin landing, sin clase de 30 minutos.Solo feedback real.

En fin...

Vivimos rodeados de gurús que prometen millones y enseñan siempre lo mismo disfrazado de novedad. Y mientras ellos siguen grabando vídeos en áticos de Dubái, yo prefiero hacer lo que sé y lo que disfruto: ayudarte a que tu marca tenga coherencia, claridad y estrategia.

Sin humo. Sin trucos. Sin cursos milagrosos.

Solo branding de verdad.